domingo, enero 22, 2006

La noche despues de escribir por ultima vez en este espacio virtual de expresion viajeril, fuimos a tomar unas cervezas a algun lugar de tinte medieval. La idea era chocar grandes porrones de cervezas, pegar algun grito a lo "soy un noble de la temprana edad media, con claro temple guerrero". El lugar que queriamos estaba cerrado (a quien se le ocurre, cerrar a las 11), y nos conformamos con uno que tenia espaditas en la pared, y una sola variedad de cerveza. Entre gritos homenajeamos al rey Karolo Quarto, un antiguo rey bohemio, quizas homosexual (si le damos credito a su nombre), con cara de rey macanudo (si le damos credito a la estatua que esta junto al "Charles Bridge", para usar la terminologia de nuestro mapa). Esa noche llegamos a esta máxima" "Praga ES de noche y con nieve". A la vuelta, no habia casi nadie. En el puente, un hombre le gritaba a una mujer en italiano. La sujetaba por los hombros. Ella no parecia muy a gusto con la situacion. Nos detuvimos inmediatamente, y nos quedamos mirando, alertas por si eso era algo mas que una simple pelea de pareja. Yo queria quedarme mirando, otros me dijeron que nos vayamos, que era mejor no meterse... pero a veces hay que meterse, a veces hay que arriesgarse. No me quise mover hasta que no estuve seguro de que no iba a pasar nada, a pesar de la insistencia de algunos de mis companieros (de nuevo, falta de enie). Por suerte, no era nada, y ademas vi que habia otro espectador con MUCHA pinta de cana de civil, asi que nos fuimos. Mejor, no habria querido terminar en una comisaria de Praga, como si le pasaria al dia siguiente a uno de los tres Martines que me acompaniaban. Llegamos al Hostel, y no nos abrian... tocamos el timbre varias veces. Cuando finalemnte nos abrieron, nos encontramos con una emboscada... un gran numero de gente, en el patio central, atentando contra los latinoamericanos con bolas de nieve. Luego de una breve batalla, acordamos la paz con un poco de whisky. Resulta que esa noche habia llegado un flaco de San Francisco, completamente limado y con varias botellas de Whisky. Por supuesto, llegamos tarde, y casi no quedaba nada, ademas de que estaban todos medio borrachos, y las mujeres con compania. Eso no me impidio servirme un vaso bastante importante de lo que crei era Jameson. El flaco de Frisco me dsafio: "If pour that much in a glass, you have to drink it all". No me parecio necesario hacer fondo blanco, e intente negarme con una sonrisa. Pero me desafió: "What, you can´t do it?" Asi que adentro, y me transforme rápidamente en el héroe de la noche. Lástimas que el Whisky no era verdadero Jameson, sino uno barato en el envase del otro. Un asco.
Al dia siguiente, un Martin (por cierto, los tres argentinos que me habia encontrado se llamaban Martin) se desperto sin su mochila. Nadie sabe como, porque dormía con ella al lado, pero no estaba, y con ella desaparecieron sus tarjetas de credito, pasaporte, pasaje, etc. Asi que ese fue un lindo dia de visita a la embajada argentina (nunca habia estado en una), y la subsecuente visita a la comisaria, de la que afortunadamente no participé. Todo se resolvió, pero ellos tenían que quedarse mas días en Praga, asi que me despedí de ellos, y me fui a tomar el tren, rumbo a Kosice, Eslovaquia.
En la estación de trenes, tarde por la noche, se ve otra cara de la ciudad. Sucia, y llena de gente con cara de pocos amigos, o al menos, de amigos que uno no quisiera conocer. Alli, como en el resto de Praga, me ofrecieron innumerables veces todo tipo de drogas y cabarulos. Por cierto, Praga es la ciudad donde mas drogas y cabarulos me han ofrecido. Las noches estan repletas de hombres merodeando, que se te acercan y largan su discurso de palabras sueltas: "Marijuana? Cocaine? Maria? Drugs?" o "Cabaret? Women? Pussy? Whores?".
Tome un tren en el que estaria toda la noche. Era viejo, y el frio se colaba por las ventanas. Trate de dormir, y lo hice de a ratos. Entre las constantes interrupciones puedo citar una, muy notable: Una chica de unos 25 anios entra, me mira, suelta un fuerte hipo alcohólico, y comienza a hablarme en checo o eslovaco (la diferencia entre ambos es minima). Intento decirle que no entiendo, suelta otro hipo, y se enoja, me grita, pone cara de fastidiada, y se va tambaleando por los pasillos. Durante un rato se sigue escuchando el movimiento involuntario de su diafragma.
A las 7 de la matina llegué a Kosice. Lucia no estaba, y no tenia por que estar... yo me habia equiocado de dia. La llamé, y vino, con cara de dormida a buscarme. Ese primer dia lo pase durmiendo, estaba cansado y algo enfermo.
Este relato se está extendiendo demasiado, pero no se cuando podré volver a escribir, por lo que prefiero decir todo lo que hay por decir mientras pueda hacerlo.
Esa noche, Lucia y yo tuvimos una charla que llevaba dos anios de retraso. Todo quedó bien clarito, al fin. Es curioso como los constantes reencuentros y despedidas, las experiencias que uno vive lo dejan a uno en un estado emocional un tanto alterado, con una sensibilidad distinta. Como uno se hace diferentes planteos, y muchos de ellos son ciertos, y otros solamente quimeras. Venir acá fué, en parte, enfrentar ese estado adverso, mirar a las quimeras a la cara, y ver que son lo que son, o sea, nada. Ahora ya puedo irme, ya puedo seguir viajando en paz, sin fantasmas.
Sobre esta ciudad, Kosice, no diré gran cosa. Sólo que es pequenia, y que fuera del centro antiguo, todo es cuadrado y gris. La parte histórica es linda, aunque venida a menos. La belleza que tiene es la de la decadencia, la de los edificios renacentistas con frentes descascarados, la de las noches solitarias y frias que la hacen parecer una ciudad fantasma. Por cierto, hay 13 grados bajo cero. Hoy o maniana voy a Berlin, o eso creo. En realidad necesito primero una respuesta de mi amigo Nico... espero que alla no haga tanto frio. Con 3 bajo cero me conformo.

2 comentarios:

Albus dijo...

Te envidio MUCHO!

Anónimo dijo...

Esteban... qué hago yo laburando acá mientras vos recorrés todos lados??????

Yo también te envidio!!!!
Si llegás a volver a la Argentina, no desaparezcas

Jimena (LBA)