lunes, febrero 27, 2006

Estaba pensando en que hacer con este blog ahora que no estoy viajando, al menos en el sentido de la desplazacion fisica... y me di cuenta que sigo siendo alguien que anda por ahi, y que sigue habiendo cosas para relatar, de los distintos lugares que visite, ademas de haber unas cuantas fotos por compartir con ustedes a traves de este diario virtual. Por eso, he decidido mantener vigente este espacio, con anecdotas, relatos minimos, y otras cosillas sobre los viajes y su gente. Tambien, en cuanto pueda, subo las fotos que ilustran estas historias.

Todo se transforma... parece que este blog tambien.

jueves, febrero 23, 2006

Mi tiempo en Valencia fue genial, como siempre. Los Incertis dieron nuevas pruebas de su hospitalidad prodigiosa, y fui muy bien recibido. Aprovechando la cercanía de la playa, fui en más de una ocasión a disfrutar del sol, y de la temperatura ideal de Valencia (en realidad, era cercana a los 15 grados, pero luego del frio que había pasado, la disfruté enromemente... andaba en remera todo el tiempo). Cuando mi última noche finalmente llegó, salimos a disfrutar de la noche Valenciana... la famosa, "Luna de Valencia", he de suponer. Le dije a Gabriel que me gustaban los klugares oscuros, llenos de humo, y con rock and roll... y dicho y hecho, allí fuimos. Led Zeppelin sonaba fuerte, las cervezas corrían, las charlas con amigos, las risas, los debates... todo se sucedía, hasta que llegó la hora del cierre, y tuvimos que irnos, no sin antes cantar "Naranjo en Flor", junto a Toni, para una audiencia completamente indifirente. Ibamos a irnos a dormir (al dia siguiente salia a las 7 de la mañana para Madrid), pero nos convencieron de ir a otro bolichito mas, y beber una ultima cerveza. EL lugar tenía un ambiente extraño, y estaba decorado con lo que sólo puede describirse como un "Camuflado Pop". Andy Warhol, morite de envidia. Pero nuestra estadia fue breve, y ahi si, fuimos a dormir una siesta antes de mi partida.
Una hora despues de acostarme, me levante y fui a la temrinal de buses. Me despedi de Gabriel hasta la próxima, que ambos sabemos que no será lejana.
En Madrid fui a parar a la casa de Leo Campanella, quien me recibió con su mejor cara de dormido, y ojos de resaca. Alli me quede solo un par de dias, y luego si, tome el avión que me devolvió al Continente Americano. En el aeropuerto de Sao Paulo estaban esperandome Mirela y Ricardo, el último de los reencuentros de éste viaje. El calor, si bien no era tan terrible, me parecia espantoso. Fuimos a comer una pizza, y una cerveza helada obró milagros en mi. Esa noche, Mirela me reveló que ella y Ric iban a casarse (lo cual yo ya sospechaba). Parece que en un año tendré que viajar de nuevo a Brasil...
Los siguientes días los empleé en recorrer Sao Paulo durante el día con Mirela, y salir por ahí a la noche, cuando Ricardo salía del trabajo. Sao Paulo es gigante, está repleta de gente, y a veces asfixia. Otras, es maravillosa, imponente, animada. Tomé agua de coco (si, de adentro de un coco de verdad), comí frutas de toda clase, y hasta fuí a una Escola do Samba... INCREIBLE: Los tambores tronaban con un ritmo que sale de las profundiades del alma, de lo mas hondo que hay en el hombre. Percusiones con raíces negras, gente de todas los colores bailando al son de este ritmo primal y alegre, el ser humano en su estado mas íntimo y eufórico.
El fin de semana lo pasamos en Rio Preto, la ciudad de Mirela. Allí vimos tambien a Wagner, otro gran amigo de mis épocas de Taizé. Fuimos también aun parque acuático de aguas termales, algo de lo mas relajante, y con toboganes de agua de 18 metros de altura, casi una caíde libre.
El lunes, me despedí de Mirela, y volví con Ricardo a Sao Paulo. Esa noche, vimos por TV el recital de U2 (increíble, por cierto) y al día siguiente, luego de una guitarreada con Fabio (compañero de piso de Ricardo) en la quie sobraron canciones de los Beatles, fui al aeropuerto de Garulhos, desde donde un último y fatal avión marcó la muerte de éste viaje... muerte que es vida, fin que es comienzo. Todo se transforma, como canta el amigo Jorge Drexler. En el aeropuerto de Ezeiza estaba esperándome mi Padre.
Volví. O quizás tan solo llegué. O puede que esta sea tan sólo otra escala, una un poco mas larga, y que yo sea un pasajero en trance, un pasajero en transito perpetuo.
Ahora, todo terminó.
Ahora, todo comienza.
Otra vez.
Ahora...
Ahora...
Ahora...
Ahora...
Ahora...

jueves, febrero 09, 2006

Finalmente me pude comunicar con Nico, y viaje a Berlin. Nico me estaba esperando en la estacion de trenes, y se puso a bailar al verme. De alli en mas comenzo un rally cervecero de tres dias... eso es algo increible de Berlin: Lunes, Martes, Miercoles... cualquier dia es bueno para salir a la noche. Los bares estan siempre abiertos, y a cualquier hora se puede comer un buen Döner Kebap por solo 2 euros, o menos. La ciudad esta llena de historia, especialmente la del siglo XX. Aun hay pedazos de muro, pintados, esparcidos por la ciudad como recordatorio de lo que fue, y no debe volver a ser. Pero lo mas impresionante sigue siendo la noche, y la gente que la puebla. Por ejemplo: En un bar de musica punk, a eso de las 2 de la mañana, un martes, estaba charlando con Pao (la novia de Nico), mientras él trabajaba en el "Havanna Bar". De pronto se nos acerca un hombre calvo, de unos 60 años (59, nos diría él después, y nos remarcaría lo viejo que era, y que estaba por cumplir 60 años). Hablaba mal el ingles, pero nos comunicamos. Se disculpaba por todo: Por su interrupcion, por sus opiniones, por sus pensamientos, por todo. Charlamos un buen rato con este extraño personaje, que parecia fuera de contexto en un bar donde las camperas de cuero parecian imperar. Luego nos fuimos. Martin, su nombre era Martin.
Nico intentó convencerme que me quedara a vivir alla, e incluso conseguimos una voluntaria a casarse conmigo, para que me dieran los papeles: una francesa llamada Sara. Pero la verdad que el prospecto de estar casado me asusta un poco, a ver si se termina quedando con la mitad de mis escasos bienes, o si despues me conozco a alguien y se entera que estoy casado, y esas cosas, a anda a explicarle que no, que es solo un matrimonio por convenciencia... ademas, despues tendira que divorciarme, y seria un divoricado, y eso me deprimiria un poco. Ademas, sinceramente tengo razones para volver... aunque estas se fueron puestas en prueba mas de una vez.
De Berlin me fui a Taize. Llegar alla no era facil, pero consegui alguien que iba en auto desde Freiburg, asi que me tome un tren hasta alla, y luego hice el resto del trayecto en auto.
En Taize, me recibieron de lo mejor. Me dieron una habitacion para mi solo (cosa no habitual en Taize, donde se suele dormir en grandes barracones con mas gente), y me dieron todas las comodidades. No me habia dado cuenta de cuánto extrañaba a ese lugar hasta que llegué. EN Taizé me siento en casa, y por un rato tuve la idea de quedarme un tiempo mas largo ahí. Quizás desde cierto punto de vista, me habria hecho bien, puesto que el silencio, la tranquilidad, los encuentros, y las tres oraciones diarias facilitan mucho que la mente se relaje y se pueda concentrar en lo esencial, y que las emociones se esclarezcan poco a poco. Pero no podia quedarme, lo se. Nuevamente, descubri mis razones para volver.
Como siempre, en Taize se conoce mucha gente... cito algunos de los personajes que conoci alli:
Ema: Una italiana peticita, de gran inteligencia. Tuve unas buenas charlas de profundidad filosofica, y llegamos a tenernos una confianza enorme. Estaba de permanente, y a punto de irse (se fue, de hecho, antes que yo), y realmente la entiendo. Yo vivi lo mismo, y en cierta forma, aun lo vivo.
Petra: Cuando le preguntaban de donde era, respondia que era eslovaca, pero que hacia quince años que vivia en Francia y que habia ido a la escuela en Alemania. Es modelo (y se le nota), pero tambien psicologa y desmiente bastante el mito de que las modelos son todas tontas. O quizas, es la excepcion que toda regla requiere. O quizas, toda regla que requiere una excepcion no es mas que una muestra de la inutilidad del hombre para establecer reglas fijas en un mundo que no siempre las tiene. En fin, Petra es novia de Marco Minnemann, de quien hablaré a continuación.
Marco: Es baterista, y de los buenos. Yo lo habia sentido nombrar, pero no habia escuchado nada de el. Me regalo dos cd´s, y son absolutamente geniales. Sale de gira con Terry Bozzio y Chad Wakerman, dos ex-bateros de Zappa. Toca con Mike Neally, que fue violero de Zappa tambien. Es amigo de Doan Perry, el batero de Jethro Tull. Y ademas, un tipazo.
Alison: Escritora inglesa, de unos 40 años. Esta viajando, casi sin dinero, y va a donde "siente" que tiene que ir. Ni ella sabe a donde va, y le encanta. Es la primera vez que lo hace. Cuando se fue de Taize, iba a Suecia, porque algo le decia que tenia que ir hacia alla... ni ella sabia por que. Le deseé suerte, le regalé un sweater, para el frio de Suecia, y admiré un poco su coraje.
Por supuesto, conoci mucha gente mas...no puedo nombrar a todos, pero si lo leen, ellos saben quienes son.
Tuve tambien muchas charlas con algunos de los hermanos de la comunidad, en especial con Emile, Hector, y por supuesto, Leandro y Samuel. Con estos ultimos fuimos a dar un paseo, y me invitaron a comer con ellos, lo cual fue un alivio luego de la horrosa comida cotidiana de Taize.Fue bueno verlos de nuevo, tener unas charlas, reirnos un rato... pero finalmente, llego la hora de despedirme, otra vez, de ese lugar que amo. Amo las piedras, los olores, el cielo, la tierra, todo... y le dije adios. También le dije adiós al Hermano Roger, fundador de la comunidad, que fue asesinado el pasado agosto. Su tumba, asutera y simple, como el, esta en el viejo cementerio de Taize. Aun es dificil creer que no está... aunque su presencia aun se siente, de alguna manera.
De Taize me vine a Valencia, desde donde escribo estas lineas. Estoy en casa de los Incertis, compartiendo unos ultimos momentos con estos amigos que son como una familia. Y el sabado, a Madrid. Y el lunes, a Sao Paulo. Y luego, solo Dios sabe.